Visitando proyectos en Trujillo

Sigo en la costa caribeña, en Trujillo, pero ya por trabajo. Hoy he visitado dos proyectos que financiamos. El primero es con un grupo de garífunas. Hemos instalado un sistema de riego en dos fincas de plátanos y yuca.

Los dos propietarios, Don Tico y Don Heraldo, son los típicos hombres de campo, trabajadores, honrados, con sentido del humor y fuerte vínculo con la tierra que trabajn. En Honduras los garífunas tienen cierta reputación de poco trabajadores. Después de conocer a estos hombres que trabajan de sol a sol , con el machete en la mano, llueva o haga sol, os aseguro de que el estereotipo es absurdo.

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Don Tico, en concreto, es un hombre de una gran fortaleza y optimismo. Mientras nos contaba sus planes nos contagiaba ese optimismo: fíjese que ahorita que tenemos más agua podré transplantar la yuca allá, más abajo, y acá voy a plantar banano más resistente.

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Por la tarde he visitado un proyecto que tenemos con los indígenas pech. Ellos, al contrario que los garífunas (descendientes de esclavos traídos por los ingleses) sí son nativos de la zona. He charlado con uno de los líderes de la tribu, René. Es un chico joven con visión de futuro. La comunidad posee bastante tierra que el gobierno les cedió. Tienen en marcha un proyecto de agroturismo que incluye la construcción de dos cabañas y un pequeño restaurante.

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El regreso al hotel en la furgoneta ha sido divertido. Nos han parado unas señoras garífunas: ustedes podrían asercarnos al pueblo?fíjense que vamos a un tierro de un hermano y el bus no va a pasar hoy. Como nos íbamos a negar. Al cabo de unos metros se han sumado dos personas más. Y más adelante una de las señoras ha soltado un Don Hilario, apúrese que vamos al entierro, subáse al carro.