Usted no sube al bus!

Como he llegado a las ruinas muy temprano a las 3 de la tarde ya había acabado mi visita y quería volver al pueblo de Flores, donde me alojo. Tenía un billete de microbús que había comprado con antelación (gran error, ahora veréis porqué) que decía que podía volver a las 2, 3,4,5 ó 6 de la tarde. Pero como es temporada baja el conductor con todo el morro del mundo, nos ha dicho que hasta que no hubiera un mínimo de 10 personas no salíamos, ya fuera a las 4 o a las 6.

Una chica americana le ha suplicado que nos fuéramos, que estaba mareada y necesitaba tomarse unas pastillas. El borde del conductor se ha negado a salir. Como el señor no razonaba me he ido a telefonear a la agencia para que le obligarán a salir. Ellos me han dado la razón pero el conductor se ha enojado de verdad y me ha dicho Ustedno sube al bus ,que a mi ya no me llevaba ni a las 3, ni a las 6 ni a ninguna hora. Ya me veía allí, en Tikal, tirado en medio de la jungla.Le he dicho que si me dejaba allí tirado me encargaía de que no volvería a conducir para la agencia. Anda que yo también… Entonces el me ha amenazado con usar la violencia delante de dos amigos suyos policías, que presenciaban la situación como si nada. Me ha dicho que allí estaba seguro pero que cuando llegáramos a Flores me iba a enterar de quien era él. Glups. Toni, la has cagado. Me he dicho a mi mismo. Eso por intentar ir de turista exigente.

Me he dirigido a los policías, que han bajado la cabeza tímidamente, diciéndoles cómo permitían que aquel hombre me amenazara delante de ellos. Uno me ha contestado bueno usted acá ahorita está seguro y no le pasará nada pero, claro,allà en el pueblo…fíjese que esta gente es peligrosa… No me lo podía creer. He estado a punto de enfrentarme a los policías pero ya me veía detenido en el cuartelillo. Los polis han calmado al conductor y finalmente a las 4 he podido subir al microbús, entre reniegos de éste.

La cosa ya no ha ido a más y he aprendido la lección: nunca más voy a meterme de manera tan tonta en semejante follón;de verdad la violencia es un serio peligro aquí y aflora a la mínima. Pero me ha dado rabia tanta injusticia con un simple turista; al fin y al cabo esta gente vive de nosotros. Ah, por cierto, nadie más ha salido en mi ayuda durante toda esta historia, ni la americana ni ninguno de los turistas alos que teóricamente “defendía”.