martes, 14 de julio de 2009

Crónica del Golpe (11)

Tegucigalpa, martes 14 de julio

Ya ha pasado una semana desde mi última crónica. La verdad es que mi cerebro acabó, como le ocurrió al resto de mis compañeros cooperantes, totalmente colapsado debido al bombardeo de información sobre el golpe.

Desde el momento en que Zelaya fue expulsado del país, me dediqué, como muchos otros extranjeros, a recopilarar la máxima información posible para dar a conocer a nuestros amigos y conocidos en España lo que estaba sucediendo en Honduras. Afortunadamente los medios internacionales han cubierto de manera bastante exhaustiva el incidente y la comunidad internacional ha condenado el golpe.

No obstante desde el frustrado intento de aterrizaje de Zelaya en el aeropuerto de Toncontín, la presencia del conflicto en los medios se ha reducido bastante. Ello podría dar a entender que lo peor ha pasado. Incluso en las calles de Tegucigalpa se respira un falsa normalidad. Ya no hay toque de queda, todos hemos vuelto a nuestros trabajos, los transportes funcionan con regularidad, las calles vuelven a tener gente.

Pero Michelleti sigue en el poder y Zelaya no ha podidio regresar. Esto continuando siendo un golpe de estado.

La represión continúa; dos líderes sociales han sido asesinados y sigue el bloqueo informativo auqnue con ciertos matices. Hace unos días sólo había imágenes en los periódicos de las manifestaciones de los blancos, es decir los partidarios de Michelleti que se visten con una camiseta blanca y entonan hipócritas slogans de paz y democracia en sus marchas. Ahora los que se manifiestan a favor de Zelaya ya empiezan a aparecer en los medios, pero las fotografías que aparecen de ellos son de gente gritando, increpando a la policía (gritos contra escopetas) , con pañuelos en la cara (para mantener el anonimato y no ser luego detenidos).

Este pasado fin de semana Zelaya y Michelleti se reunieron (por separado) con Oscar Arias, ex Nobel de la Paz y presidente de Costa Rica. Las negociaciones no llergaron a buen fin y ambas partes se retiraron, aplazando nuevas reuniones hasta finales de la semana.







Es difícil saber qué sucederá. Se comenta que el gobierno de facto permitirá a Zelaya regresar y le concedería una amnistía. Pero si ese gobierno sigue en el poder no se habrá conseguido nada. Si Zelaya es restituido y depone al actual gobierno, debería amnistiarlos. En fin, guerra de aministías, en la línea surrealista que caracteriza este conflicto.

En mi opinión lo ideal sería permitir regresar a Zelaya y nombrar automáticamente a un gobierno de trasnición consensuado por todas las partes, que convoque a elecciones generales en septiembre. Si a estas elecciones se siguen presentadno los mismo partidos que han protagonizado esta crisis, y que han apoyado el golpe, es decir, el Liberal, el Nacional y otros menores, todo esto no habrá servido de nada. La lucha de la gente en la calle habrá sido en vano.

Se comenta que puede surgir una nueva candidatura independiente, que, liderada por el sindicalista Carlos Reyes, hombre que goza de gran reonocimiento popular, agruparía a la facción del Partido Liberal (de Zelaya) más progresista y parte del partido de izquierdas Unificación Democrática. Por fin se atisba un cierto horizonte en la conservadora y enquilosada política hondureña.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pues si que te deberias ir, porque si vas a estar contando mentiras eso no es cooperacion porque no todos estamos de acuerdo q regrese zelaya, y aunq el golpe no fue lo adecuado estamos mejor sin el asi que no seas tan parcial