Antes de irme de Honduras hice una excursión con mi amigo Erik a Corralito, un bosque que hay muy cerca de Tegucigalpa. Erik es un gran amigo hondureño, estudiante de carrera de trabajo social en la U (como llaman a la Universidad) que en sus ratos libres se dedica hacer malabares con el fuego; es optimista, un gran soñador y de espíritu bohemio y libre.
Erik, fue genial compartir contigo excursiones, salidas nocturna al bar Atico, y conversaciones sobre le Golpe y la Resistencia. Sigue siempre con ese espíritu de niño y recuerda siempre volar!!!
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