martes, 22 de enero de 2008

Granja de cerdos para ciegos

Nuestra primera visita ha sido a uno de los proyectos a los que tengo más cariño, el de la asociación de ciegos Proenovis. Hablo de ciegos proque ellos me han pedido explícitamente que nos dirijamos a ellos con ese nombre, evitando absurdos eufemismos. Esta organización tiene una escuela para ciegos, una pequeña fábrica de especias y una granja de cerdos.

En Proenovis hay un par de personajes entrañables. Uno es Walter (el de la gorra en las fotos), un chico que se quedó ciego tras un accidente no hace mucho tiempo. Tiene un optimismo que se contagia. Trabaja como comercial vendiendo las especies y la carne de cerdo que producen sus compañeros y en sus ratos libres participa en un programa de radio. Es un comunicador nato. Utiliza un ordenador adaptado para ciegos (que dicta el menú oralmente, es curiosísimo) y una calculadora parlante para llevar al día las cuentas. En el video podéis ver la facilidad con que utiliza estas herramientas. Por cierto que hay veces que uno se olvida de que este chico no ve nada.

El otro personaje es Francisco, el capataz de la granja. Se quedó ciego de un disparo. Es otro entusiasta y un ejemplo del nivel de autonomía que un ciego puede tener. El se encarga de todo en la granja: reparte el pienso entre los cerdos, atiende los partos de las cerdas, pone vacunas... De vez en cuando necesita la ayuda de un vidente para asegurarse de que no esta intentando aparear a dos cerdas y no a un cerdo con una cerda, pero de verdad que es increíble el trabajo que realiza.

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