martes, 10 de noviembre de 2009

Se rompió el acuerdo

Esta historia de la crisis política de Honduras ya es aboslutamente surrealista. Micheletti se las ha arreglado para firmar un acuerdo y al día siguiente incumplirlo y pretende echar las culpas a Zelaya. Este señor o es muy tonto o muy listo. Pero lo que está claro es que su palabra no vale nada. Esto apunta a que se van a celebrar unas elecciones cuyos resultados teóricamente la comunidad internacional no va a reconocer. Digo teóricamente porque no me creo que durante 4 años Honduras vaya a quedarse aislada internacionalmente. Y no me creo (ni deseo, en pro de los miles de pobres del país) que se vaya a congelar la ayuda al desarrollo para el país durante esos 4 años. Si poco a poco los países empiezan a reconocer de facto al nuevo gobierno, habrán caído en la mayor de las hipocresías. No habrán sido capaces (o no habrán tenido la voluntad mejor dicho) de impulsar una solución a la crisis y luego sí serán capaces (o sí tendrán voluntad mejor dicho) de aceptar el status impuesto por el golpe de estado.
Tal y como están las cosas el único coherente en estos momentos es Carlos H Reyes, que acaba de retirar su candidatura independiente a las elecciones. ¿Hará lo mismo el otro partido de izquierdas, la Unificación Democrática? ¿O preferirá legitimar el status político actual, perdiendo cualquier credibilidad ante sus votantes progresistas?

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