Los hondureños son grandes oradores. El nivel de la gente cuando habla en público es altísimo; aunque un hondureño no tenga muchos estudios, es capaz de expresarse en público de manera clara y comunicativa. Con este panorama, cada vez que me toca hablar á mi (y ya van tres eventos donde me ha tocado) voy acojonado. Pero bueno, ya voy cogiendo tablas y empiezo a sabarme de memoria el rollo que suelo pegar. En este evento Natalia me ha filmado en video y, buf, me he dado cuenta que uso una cantidad de coletillas....qué mal!
Ah, me ha tocado también cortar la cinta!! Y entonces me he acordado de la vez que tuve que inaugurar una escuela con mi amiga Iciar cuando trabajábamos en la Fundación Vicente Ferrer. Ahí va un recordatorio!

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