Esta mañana he ido al mercado con mis nuevos amigos Blanca, Alicia, Isidro, españoles, y Sofia, canadiense. Los conozco a todos a través de Isidro, al que conocí en la fiesta del 12 de octubre. Trabajan en un programa de voluntariado de las Naciones Unidas y son muy enrollados. Lástima que sólo se van aquedar 6 meses en tegus.
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En el mercado yo he llenado el cesto de aguacates, coco, papaya, yuca...en fin, todas esas frutas tropicales tan buenas y baratas aquí. También he comprado tomates, a ver si salen buenos, pues todos los que he encontrado hasta ahora eran malísimos, sin sabor, como los españoles. Yo creían que el tomate venía de estas tierras, vamos siempre había estudiado en ciencias naturales que el maíz, el chocolate, la papa y el tomate venían de Las Américas. Pero de verdad que aquí los tomates salen muy malos. Qué maruja estoy hecho!
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Mis amigos me han invitado a comer tortilla de patatas a su casa, que por cierto se ha enganchado toda, según Alicia porque las sartenes de aquí no están hechas para tortilla. También hemos comido una ensalada receta de Sofía, la canadiense, que no podía tener más ingredientes: ella le iba echando de todo, pimienta, chile, canela, comino....de verdad que estos norteamericanos no tienen mucha idea de cocina; ellos venga mezclar especies; ya le he explicado que los españolitos con un poquito de sofrito y de ajo hacemos unos platos muy apañaos. (Sigo marujeando, no sé qué me ha cogido hoy).